¿Qué es ser feliz?
Quizás hayas aprendido que ser feliz está directamente relacionado con las circunstancias de tu vida. Que te vaya bien en el entorno laboral, familiar o económico es sinónimo de felicidad o por lo menos de bienestar. Pero muchos de nosotros nos hemos dado cuenta hace tiempo que a pesar de que todo aparentemente nos vaya bien, seguimos sintiendo que nos falta algo; seguimos sintiendo un vacío interior.
Es más, posiblemente ya te has dado cuenta de que parece ser al revés. Parece, más bien. que las circunstancias de nuestra vida se colocan alrededor de nuestro estado emocional. Si observas más profundamente te puedes dar cuenta de que es en base a como te sientes que tus situaciones se manifiestan de un modo u otro. O por lo menos que si tu estado interior es estable y sereno, eres mucho más capaz de transformar tus circunstancias y vivirlas de un modo mucho más positivo y optimista.
Puede ser entonces, que colocar las circunstancias de tu vida no sea el primer paso que tienes que dar para ser verdaderamente feliz.
1. La primera clave de la auténtica felicidad: Decide ser feliz.
Aunque te puede resultar obvio, quizás no lo sea tanto.
Tomar la decisión de ser feliz implica poner tu felicidad por delante de todo lo demás. Ser capaz de elegir en cada momento de tu vida lo que es verdaderamente importante para ti frente a las aparentes circunstancias externas… y también las internas: Los juegos de tu mente.
La mente automática que decide por ti
Esto es observable. Y necesitas hacerlo.
Tu mente ha aprendido una serie de comportamientos a lo largo de su vida. Ha sido condicionada por cosas como la educación que recibiste, la cultura y el tiempo en el que naciste y las experiencias que has vivido. En base a eso has adquirido una serie de hábitos y costumbres para protegerte del miedo y del dolor.
Cuando aparecen circunstancias en tu vida que amenazan, aparentemente, el bienestar de tu mente, esta reacciona automáticamente para protegerte y ponerte a salvo.
Lo que ocurre es que nos siempre estas reacciones condicionadas son la mejor manera de afrontar la situación en el momento presente. Sino que se trata de una reacción aprendida que se repite una y otra vez sin cesar. Y de hecho, muchas veces, estas reacciones de tu mente son completamente inconscientes hasta el punto de no darte ni cuenta que se están produciendo en determinadas situaciones.
Estarás de acuerdo con el hecho de que, en ocasiones tu mente te lleva justo al lugar donde no querías estar.
Observar tu mente para poder decidir
Entonces parece que tu mente de forma automática está tomando muchas de las decisiones por ti. Y puede que todavía ni siquiera seas consciente de ello.
Por eso en el arte de ser feliz el primer paso y puede que el más importante, sea que aprendas a observar tu mente y tus emociones. Darles espacio antes de actuar. Poner en duda el primer impulso que llega para poder mirarlo más profundamente y ver realmente de donde viene.
Esta sencilla práctica tiene el poder de transformar toda tu vida por completo.
Este sencillo ejercicio al alcance de todos, hará que con el tiempo empieces a sentirte dueño de tus propias decisiones. También adquirirás la capacidad de discernir en todo momento cuando tu mente automática está actuando y robándote el poder de elegir lo que quieres en tu vida.
El increíble poder de elegir lo que quieres
Tu vida puede cambiar por completo cuando te haces la pregunta: ¿Que es lo que quiero yo verdaderamente?
Puede que te pases toda la vida sin plantearte esto. Puede que des por hecho que tu vida es así irremediablemente. Que es tu destino. O puede que empieces a preguntarte sinceramente que es lo que tu corazón anhela. Y puede que esa pregunta te lleve al siguiente nivel. Puede que eso te haga poner en duda la aparente solidez de tus circunstancias y pienses: Y ¿por que no?
Por fin empezarás a sentir que tienes el poder de decidir lo que quieres. Que tienes el poder de decidir ser feliz.
2. Sentir los beneficios de la constancia
Para crecer en cualquier aspecto de la vida necesitamos ser constantes. Insistir en aquello que queremos es lo que genera un resultado a largo plazo.
Muchas veces comenzamos algo y si no vemos resultados inmediatamente valoramos que no está funcionando. Este es uno de los grandes errores que cometemos. Estamos acostumbrados a buscar el placer o la recompensa inmediata. Pero en el tema de aprender a ser feliz no puedes seguir con esta misma estrategia. Necesitas abrirte a una nueva manera de comprender las cosas.
Evidentemente para generar un cambio necesitas demostrarle a tu mente que es cambio le beneficia. Pero muchas veces esos beneficios requieren de un poco más de tiempo para que se empiecen a manifestar en tu vida.
Por eso es tan importante que te plantees que el camino que inicias para ser feliz, es un camino que dura toda la vida.
¿Cómo puedes ser constante?
Hazlo hoy. Hazlo ahora.
Un camino se construye con un conjunto de pasos. Solamente puedes dar uno a la vez. Si te enfocas en la meta tendrás la sensación de que no llegarás jamás. La verás demasiado lejos. Sin embargo, si te enfocas solamente en el paso que estás dando ahora mismo, cada paso será un éxito. La sensación de éxito te va a motivar a dar el siguiente paso y así sucesivamente.
Pon en orden tus prioridades
¿A que le estás dando prioridad en tu vida?
Si quieres ser feliz tienes que situar la felicidad en primer lugar en tu lista de prioridades. Tiene que convertirse en tu tema principal. Tiene que ser lo más importante en tu vida.
Porque si observas, te darás cuenta que aquello a lo que le estás dando prioridad es lo que coge fuerza en tu día a día. Situar la felicidad en un lugar prioritario también te va a ayudar a ser constante. Te va a ayudar a recordar en todo momento que es lo verdaderamente importante para ti.
Todo lo que hagas en tu día a día tienes que estar lleno de la decisión de ser feliz. Tienes que preguntarte a ti mismo: ¿Quiero ser realmente feliz ahora mismo?
Busca ayuda y guía hacia la felicidad
Hay muchas prácticas que te pueden ayudar a emprender tu camino hacia la felicidad verdadera. Pero solo una cosa puede ayudarte a recorrer ese camino: tu decisión firme de ser feliz. Tienes que ser constante en tu decisión. Decidirlo a cada momento y en cada situación de tu vida.
Pero quizás solo con tu decisión al principio del camino no sea suficiente. Necesitarás alguien que te recuerde, te guíe y te acompañe. Busca adecuadamente una persona que ya haya recorrido el mismo camino que tu quieras recorrer y que su vida sea un ejemplo de ello.
Un buen maestro es un punto de apoyo muy fuerte sobre todo al inicio de tu andadura. Tu mismo sabrás cuando es el momento de empezar a caminar solo.
3. Trabaja con tu autoestima
El verdadero maestro no es el que apunta todo el tiempo hacia lo que está mal en ti. El verdadero maestro es quien te recuerda tu naturaleza divina y tu amor. Quien te ayuda a que regreses, una y otra vez, al estado de paz que es tu verdadera naturaleza.
Hablamos de una autoestima que va más allá de lo que piensas sobre ti mismo como persona. Hablamos precisamente de trascender a la persona para que puedas llegar a la felicidad de lo que verdaderamente eres. Hablamos de una clase de amor que seguramente no has conocido hasta ahora o del que simplemente has tenidos destellos a lo largo de tu vida. Pero hablamos de que ese amor puede ser algo permanente en tu vida.
Recuerda quien eres
No puedes dejar que tus pensamientos te definan. Estoy seguro de que intuyes que hay algo mucho más profundo que eso. Algo que es capaz de mirar los pensamiento sin identificarse con ellos.
Si te sitúas allí, llegará un momento en el que recordarás quien eres en realidad. No eres tus pensamientos. No eres tus emociones. No eres tus circunstancias. No eres tu cuerpo. Eres quien permite que todo eso ocurra con amor infinito.
Y de esto se trata. De que tomes una decisión. De que pongas esa decisión en lo más alto de tus prioridades. De que te mantengas en ella cada día de tu vida. De que busques ayuda para permanecer allí. Y de que finalmente recuerdes quien eres y sepas en tu corazón que te mereces lo mejor.
Que has nacido con el derecho inalterable de ser completamente feliz.